Queridos lectores:
Me complace compartir con vosotros mi nueva novela titulada De mil maneras distintas, que trata sobre Alice, una mujer que posee la habilidad de ver los estados de ánimo y las emociones de las personas en forma de colores alrededor de sus cuerpos. No solo puede ver cómo se sienten con solo mirarlas, cuando está cerca de ellas o si el color viaja hasta ella, sino que también siente exactamente lo que esas personas sienten.
La novela explora cómo Alice aprende a vivir la vida como una joven altamente sensible y empática, mientras intenta forjar su propio camino en la vida a pesar de sentirse abrumada por los sentimientos de todas las personas que la rodean.
Quería escribir una novela sobre lo que implica ser una persona empática y altamente sensible. Decidí representar las emociones con colores y dar un sentido visual a quienes no necesariamente son conscientes de cómo transferir nuestros sentimientos a los demás y de cómo las energías positivas como la amabilidad y el amor, o las energías más negativas como la ira y el miedo, pueden moverse de una persona a la otra. En la vida real, al igual que los personajes de la novela, algunas personas pueden permitir que las energías de otras las sobrepasen, otras pueden evadirlas y otras no pueden evitar absorber todo lo que les arrojan encima.
Me considero una persona empática y, en ciertos momentos de mi vida, me he sentido muy sensible a cómo se sienten los demás. Puedo captar los estados de ánimo y las emociones, a veces tanto que reacciono de forma física, de modo que termino sintiéndome al igual que la otra persona. No veo colores, pero tengo una intuición vinculada a las vibraciones y las energías de otras personas. En este mundo lleno de conversaciones constantes, existe otra forma de comunicarse, que es leyendo el lenguaje corporal de las personas, observando, escuchando. Esta novela muestra que hay otra manera de entendernos, en silencio, con más pausas y descansos, observando y escuchando, así como también maneras únicas de ser.
En la novela hago referencia a las diversas posibilidades de cómo surgieron las habilidades de Alice, pero creo que el origen de lo que ella considera una maldición en realidad nace de la supervivencia. Su madre tiene trastorno bipolar y, desde muy pequeña, Alice está sobre ascuas, tratando de leerla para descubrir qué versión de su madre va a tener cada día. ¿La madre cálida y amorosa, o la madre fría, distante y a veces cruel? De hecho, analiza tanto a su madre que desarrolla la habilidad de reconocer e identificar sus estados de ánimo al instante.
Se me ocurrió esta idea hace muchos años y la añadí a mi libro de ideas para novelas futuras, a la espera del momento adecuado para ser contada. Durante mi tercer embarazo en 2019, experimenté migrañas con aura, que al comienzo fue una experiencia aterradora, con síntomas similares a los de un derrame cerebral, pero cuando supe de qué se trataba, me hizo recordar la idea que tenía para escribir De mil maneras distintas. Que la gente vea colores y auras no es tan extraño como se podría pensar. Hay razones neurológicas, razones ambientales, razones hormonales y la sinestesia más obvia, que es una configuración distinta de los sentidos, como ver la música como colores, saborear palabras y ver números como colores.
También descubrí que Lewis Carroll sufría de migrañas con aura y que Alicia en el país de las maravillas es un reflejo de sus experiencias. Lo podemos notar en la jerga absurda y confusa y en las percepciones distorsionadas del tiempo y el espacio, la visión, la audición y otras sensaciones. Como este es uno de mis libros favoritos, me fascinó descubrir esta información y, como resultado, llamé a mi personaje principal Alice. Al haber experimentado yo misma una forma distinta de ver los colores, sumado al hecho de tener una personalidad empática, encontré la manera de contar esta historia. Escribí la novela durante el segundo confinamiento, durante lo que pareció el enero más largo y gris de la historia, por lo que la necesidad de tener luz y de escribir sobre luz y colores se extendió hasta mi escritura.
Me encantó escribir esta novela, y estoy muy orgullosa de ella. Sin duda, es una de mis favoritas y creo que una de las más poderosas a nivel emocional. Ojalá que mis lectores puedan sentir todas las emociones en sus páginas.
Muchísimas gracias por vuestro apoyo. ¡Espero visitaros pronto!
Mis mejores deseos,
Cecilia Ahern